Yo: Iba a decir algo, pero lo olvide por completo. Es complicado eso de olvidar. Es un acto arbitrario, como morderse la lengua para no cargarse a escupitajos la vida, como pisar caca de perro adrede para ensuciarle el tapete al vecino.
Satanás: y ¿a mi, me has olvidado?.
Yo: Lo trato, cada noche me concentro, me prometo que te olvidaré por completo, pero es imposible, al despertar recuerdo que debía olvidarte y allí estás de nuevo.
Satanás: Invierte los verbos, de nuevo el problema gramatical de la existencia.
Yo: te recordaré por siempre Satanás.
Satanás: Yo, te olvidaré por siempre.
Yo: has estado jugando con el corrector ortográfico de mi computador?
Satanás: ¿por qué?
yo: Corrige tu nombre, pone la primera letra en mayúscula.
Satanás: Métodos de memoria?
Yo: espero que no, el mío no lo corrige.
Satanás: quizá tu debas olvidarte de ti mismo
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